Paraíso en Luarca

JARDINES DE LA FONTE BAIXA

Situación:

El Chano, Luarca, Asturias

43º 32´40´´ N

  6º 32´41´´ W

Distancias.

Oviedo.-     86 km  por autovia

Gijón.-        78 km por A8

 

 

Los Jardines de la Fonte Baixa, en Luarca, mas conocidos como los jardines de Panrico, en honor a su creador D. José Rivera, fundador de la empresa Panrico, pueden ser considerados como uno de los jardines botánicos más importantes de Europa, y a pesar de ello es un gran desconocido.

 La historia de este vergel, es relativamente corta. Nace hace escasamente 20 años, gracias a la labor ingente y desinteresada de su creador, que, tras adquirir una pequeña parcela de 1.000 metros, con la idea de hacerse un pequeño refugio de fin de semana, y enamorarse de la zona, con una visión de futuro extraordinaria, procede poco a poco a ir adquiriendo más parcelas hasta conseguir las más de 20 hectáreas que hoy componen el jardín.

Tras ello, inició la labor de crear uno de los jardines mas bellos de Europa, convirtiendo lo que inicialmente era una tejera típica de las cornisas cantábricas en un lugar de ensueño donde podemos encontrar variedades botánicas traídas de todas las partes del mundo.

 Así nos encontramos con ejemplares del ginko biloba, quizá el árbol mas antiguo conocido, se dice que ya existía en la prehistoria. También hay ejemplares centenarios de robles, alcornoques, bambús, un centenario algarrobo e incluso 2 enormes  palmeras, que, tal como nos dice su propietario, fue una odisea traerlas por carretera.

Además, nos comenta D. José, lo mas importante de este jardín no son las especies de árboles, ya de por sí impresionantes, sino la gran variedad de plantas de flor, hortensias, azaleas, camelias y rosales, lo que hace que este jardín posea una impresionante variedad de colorido en cualquier época del año.

Además, D. José Rivera, con un gusto extraordinario y gracias a su afición de coleccionista, ha ido adquiriendo, a lo largo de los años piezas y esculturas que ha ido integrando en el paisaje, de forma tal que, a día de hoy, parece como si éstas hubieran estado siempre en ese lugar. Da la sensación de estar caminando por un bosque que ha crecido sobre las ruinas de una antigua civilización. Un guiño a la madre naturaleza que se impone a las  urbanísticas pretensiones del hombre.

El paseo por el jardín, que puede durar 5 horas, en su vertiente larga, nos va descubriendo pequeños lugares de reposo y meditación, así, a lo largo del camino van apareciendo sucesivos miradores y zonas de descanso ideales para dejarse llevar escuchando el sonido de los pájaros y del batir de las olas contra los acantilados.

Así, tras pasar por un bosque, que cualquiera pudiera pensar que hemos viajado en el espacio para acabar en los trópicos, dada la exuberancia de la vegetación, nos encontramos con  la estatua de una ninfa, con el rincón de la virgen portuguesa, el rincón de las columnas, llamado así por sus cuatro columnas romanas, el mirador del río, para llegar finalmente al rincón de los vientos, donde nos recibe la escultura de un pájaro peruano; Mas allá, el mirador del mar, maravillosas vistas sobre el pueblo de Luarca con su centenario cementerio en la cima, etc.

Es imposible enumerar la cantidad de sitios maravillosos para parar a hacer una fotografía.

Para los aficionados a la jardinería, el lugar no tiene parangón, las camelias, impresionantes, existiendo dos ejemplares que, mas que plantas de flor, son dos auténticos árboles, los cuales, nos comenta D José, son anualmente medidos para comprobar su altura.- Sencillamente, impresionante.

El propietario, aprovecha para hacer un guiño a las antiguas creencias ancestrales; En la parte mas alta de la finca, una pequeña piramide mirador, que además de darnos una vista sobre la bahia y del pueblo de Luarca, sirve además, para que los pesqueros se situén desde el mar, y mas allá, una pequeña replica del monumento al sol de Stonehegen.

Por otro lado, hablando con D. José Rivera, éste nos dice, “he hecho muchas cosas en la vida, y esto es lo que mas he disfrutado y es lo que seguramente me quedará”. Y además demuestra su gran sensibilidad para, que éste mundo que él ha creado, pueda ser visitado sin problemas, por lo que tiene el proyecto de adquirir un pequeño trenecito para que las personas mayores o incapacitadas puedan visitar el jardín sin las incomodidades de los desniveles de la finca.

Por último, agradecer a D. José Rivera y su esposa Doña Rosa María Pardo por la atención que nos dispensaron y por, a pesar de que el día en que pudimos acercarnos estaba lloviendo, y algo mas que el cásico orbayo, no dudaron en acompañarnos para explicarnos toda la historia del jardín y sus proyectos.

Una vez mas, se demuestra que el hombre es capaz de competir con la naturaleza en crear obras bellas, lo cual, en un momento como el actual, en el que parece que lo único que prima es el dinero, es un soplo de aire fresco el ver que se pueden crear obras cuyo único fin lucrativo es el propio placer de la belleza.

 

Para visitar en las cercanías

La población de Luarca, que presume de ser uno de los pueblos más bonitos de España, se encuentra a escasos metros de la finca.

En el pueblo, además del puerto pesquero, es de obligada visita  la colina de la iglesia, donde se encuentra un cementerio de hombres ilustres, en el que nos podemos encontrar con la tumba de D. Severo Ochoa y otras personalidades.

El paseo por la colina es espectacular, ofreciendo unas vistas del acantilado y del pueblo realmente impresionante.

Recomendación para comer.- El Restaurante el Barometro.- Impresionante los fideos con almejas y la sopa de pescado.